La isla de Madeira aparece estos en las noticias debido al agujero financiero que una mala gestión pública ha provocado en el archipiélago portugués. Desgraciadamente, las malas noticias suelen tener preponderancia sobre las buenas. Las dificultades financieras de Portugal y de la región autónoma de Madeira no deberían hacernos olvidar que la isla es uno de los destinos turísticos más interesante de Europa.
Impresionante vista desde la Levada do Caldeirão Verde. Las levadas son traídas de aguas que permiten la irrigación de los campos de cultivo de Madeira. Sirven también como senderos. Foto de leftwing1974 en Flickr.
Todavía no es tan conocida como Croacia, las Islas Bermudas, Isla Mauricio o Islandia, ni de tan fácil acceso como Sicilia, Cerdeña o Provenza, sin embargo, Madeira es uno de los destinos turísticos que va a desarrollarse en los próximos años. Esperemos que este auge del turismo sirva para que las finanzas de la isla, y de Portugal, mejoren, pero, sobre todo, esperemos que el crecimiento turístico se haga de forma adecuada y no destruya las maravillas de Madeira.
Madeira ofrece además de una naturaleza exuberante, una riqueza cultural muy amplia y diversa. Madeira fue escala de las exploraciones de la África, la India y Brasil, Colón residió en el archipiélago y sus habitantes han emigrado a todo el mundo, con lo que su historia es copiosa e interesante. Vestigios y monumentos se reparten por Funchal, Porto Santo y el resto de su geografía. Junto a la historia, Madeira ofrece acontecimientos culturales y gastronómicos que enriquecen la visita de los viajeros y que compensan la falta de playas de aguas turquesas como las de las Bermudas. Hay playas, pero son estrechas, situadas al pie de acantilados grandiosos, temerosas ante el apogeo majestuoso de los bloques volcánicos surgidos de la profundidad de los mares. La fiesta del vino de Madeira, los Carnavales o las fiestas de fin de año, son algunos de estos acontecimientos reputados.
Por tierra, mar y aire.
El que hoy destacamos es la Fiesta de la Naturaleza. La naturaleza es el principal elemento turístico de Madeira, con sus altiplanicies donde las brumas ocultan una vegetación de otras eras. Los bosques de laurisilva son casi únicos, apenas los encontramos en las islas occidentales del archipiélago de las Canarias, pero nos llevan a otros tiempos, donde la isla estaba deshabitada y sólo la brisa recorría los parajes que ahora tenemos el privilegio de ver y sentir. El relieve de Madeira permite la existencia de múltiples microclimas que van desde el tropical al alpino. La costa norte es más escarpada y las carreteras sobrevuelan los acantilados ofreciendo vistas únicas que desaparecen en instantes para reconvertirse y recrearse un minuto más tarde, con luminosidades diferentes.
La Fiesta de la Naturaleza, que se inaugura este año de problemas financieros, tendrá lugar entre el 10 y el 16 de octubre. Mediante este acontecimiento se intenta mostrar la variedad de actividades deportivas y de contacto con la naturaleza que se pueden realizar en Madeira, lo que viene a llamarse Turismo activo. Funchal es el centro de exposiciones y el punto de partida hacia los rincones de la isla en donde se podrá recorrer las cumbres y los vados por mil rutas y senderos; descender en tirolina por encima de fallas y simas. El senderismo y trekking es una de las actividades más destacadas en esta semana del a Naturaleza. Junto al montañismo, el parapente es otra de las actividades más espectaculares de Madeira. Ello, gracias a la gran altura y profusión de acantilados y montañas que cortadas a pico permiten panorámicas increíbles y vuelos seguros pero espectaculares.
Y una vez volado y recorrido tierras de colores vivos es el gran azul el que nos reclama. El submarinismo se desarrolla con rapidez en Madeira, y numerosas actividades de este tipo pueden realizarse. Desde la visita de pecios hundidos de barcos sin suerte hasta la contemplación de las ballenas, -grandes mamíferos marinos, que visitan las aguas de Madeira-, o de la fauna y los fondos que rodean a la isla.
Las actividades que ofrece la Fiesta de la Naturaleza están pensadas para cada grupo de edad y para los diferentes niveles de actividad de cada persona, por lo que habrá actividades al alcance de cada persona, sin peligro y sin esfuerzo excesivo.
Además del lado turístico, la Fiesta de la Naturaleza promueve el respeto por la fauna y la flora y la vigilancia sobre los excesos y abusos que pueden acabar con un sector económico, pero también con lo más preciado, la vida en la Tierra. No estaría mal que los financieros que han especulado y hundido a países enteros con sus ilusorios objetivos de rentabilidad comenzasen a pensar en modelos económicos y sociales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y con los seres humanos. Como está claro que ellos no lo van a hacer, toda la responsabilidad queda en las manos de los ciudadanos, turistas ciudadanos, consumidores ciudadanos, padres e hijos ciudadanos. En las manos de los ciudadanos.
Por Íñigo Pedrueza para islamadeira.es
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